Una madre no duerme cuando su hijo sale de fiesta, y no es porque desconfíe, es porque lo ama. Porque mientras ese hijo ríe, baila o vive su momento, ella vive en espera no importa si es mayor de edad, si prometió avisar o siempre regresa bien.
Una madre no puede descansar cuando un pedazo de su alma está afuera, mamá sabe los peligros que hay afuera de casa, sabe que no todos son buenos amigos, sabe que los tiempos ya no son como los tiempos de antes, por eso ella se preocupa cuando sales. El celular junto a la almohada, la luz encendida y cada ruido afuera, cada mensaje que no llega le acelera el corazón.
No es control, es amor, es el lazo invisible que une su paz con la seguridad de su hijo y no no le digas que se relaje. Porque cuando tú salías ella rezaba, cuando tú sonreías allá afuera ella contenía su miedo y seguirá sin dormir hasta que escuche las llaves en la puerta.
Recuerda siempre... que hay una mujer que lo da todo por ti, incluso en sus noches, por favor no le falles, no tardes en regresar a casa, no le apagues el celular, eso también es amor y eso también es ser buen hijo.
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