¡No tienes que darte cuenta de todo!, no tienes que ser súper madre, súper esposa, súper hija, súper ama de casa, súper profesional y súper mujer.
Pues cuando tu cuerpo pida arreglo, VAN A SER POCOS los que recordarán que trataste de ser TODO en una.
Así que deja la casa para después, ve a caminar, ve al parque, comienza en el gimnasio, cómprate un chocolate, ve al salón de belleza, duerme hasta tarde, ponte la ropa que te gusta, sé tú, cuídate, ámate, y hazlo exclusivamente por ti y para ti.
El hijo crece, el marido a veces se va, el empleo encuentra reemplazo rápido, la casa se va a ensuciar de nuevo, pero tú, puede ser que no tengas una segunda oportunidad.
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